Comenzamos Cuaresma con "EL VIACRUCIS DEL EMIGRANTE"


PRIMERA ESTACIÓN.

JESÚS ES CONDENADO A MUERTE.

“EL EMPOBRECIMIENTO CONDENA A MIGRAR.”



Guía: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.



Del Evangelio de San Marcos 15,15



“Pilatos, decidido a dejar contenta a la gente, les soltó a Barrabás y a Jesús lo entregó para que lo azotaran y lo crucificaran”.



MEDITACIÓN

La situación de pobreza por la que atraviesa nuestro país, provoca expulsión natural de nuestros hermanos por no encontrar espacios ni oportunidades para lograr el desarrollo personal, familiar o social. La violencia y la discriminación social, económica, y política obligan a las personas a abandonar su país de origen. Como ser humano, Jesús vivió el sufrimiento y la inestabilidad propias del vivir lejos de su tierra natal. Como personas de Fe, tenemos que buscar formas concretas de transformar las realidades injustas, de manera que ningún ser humano se sienta forzado a migrar.

Guía: Recemos un Padre Nuestro y una Ave María por todos los que se están preparando para migrar.


ORACIÓN:

Pedimos a Jesús, quien conoció la amargura de la emigración, que nos dé un corazón solidario para acoger a los migrantes que caminan buscando un mejor porvenir.



SEGUNDA ESTACIÓN.



JESÚS CARGA LA CRUZ Y SE DIRIGE AL CALVARIO

“El MIGRANTE SALE POR NECESIDAD: EL ÉXODO DEL CAMPO A LA CIUDAD POR FALTA DE TIERRA Y OPORTUNIDADES.”



Guía: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.



Del Evangelio de San Juan 19,17



“Se lo llevaron; y Jesús salió cargando él mismo con la cruz, hacia un lugar llamado La Calavera, en hebreo, Gólgota”.



MEDITACIÓN

Nuestros hermanos y hermanas migrantes repiten hoy este calvario en busca de un trabajo y un futuro mejor para ellos y sus familias. La falta de una distribución equitativa de los bienes de la tierra, arroja a miles de personas a la desesperación.

En la migración interna y hacia el extranjero, el migrante se ve obligado a cargar la cruz del maltrato, la soledad, la discriminación, el racismo, la xenofobia, la explotación y de las políticas y leyes migratorias restrictivas.
Guía: Recemos un Padre Nuestro y una Ave María por todos los migrantes explotados en sus Derechos y sin un puesto de trabajo.



ORACIÓN

Señor Jesús, que nosotros, junto a nuestros hermanos migrantes, sepamos llevar esta cruz con mucho amor, recordando que un día estaremos contigo en el paraíso.



TERCERA ESTACIÓN



JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ

“EL MIGRANTE ES DESPRECIADO Y HUMILLADO”



Guía: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.



Del libro del Profeta Isaías 53,3-5

“Despreciado y evitado de la gente, un hombre habituado a sufrir, curtido en dolor; al verlo, se tapaba la cara; despreciado, lo tuvimos por nada; a él, que soportó nuestros sufrimientos y cargó con nuestros dolores, lo tuvimos por un contagiado, herido de Dios y afligido. Él, en cambio, fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Sobre él descargó el castigo que nos sana y con sus cicatrices nos hemos sanado.”



MEDITACIÓN

No hay nada más cruel que ser traicionado por la gente en quien se confía. Los migrantes son traicionados y violados en sus derechos fundamentales, muchas veces por sus mismos paisanos y amigos. Resultan incontables los casos de violaciones a los derechos humanos en que a diario cae la población migrante. Se les somete a tratos crueles y degradantes, son arbitrariamente detenidos y encarcelados; no se respeta su derecho a circular con libertad ni a elegir el lugar de su residencia; no se les paga un salario justo argumentando que no tienen documentos.

Guía: Recemos un Padre Nuestro y una Ave María por todos los migrantes que no consiguen un puesto de trabajo.


ORACIÓN

¡OH Dios! Que nosotros podamos ayudar también a nuestros hermanos a levantarse de sus caídas mostrándoles confianza, comprensión y solidaridad.



CUARTA ESTACIÓN



JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE

“TU MADRE TE QUIERE. LA MUJER: UN MISTERIO DE VIDA”.



Guía: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.



Del Evangelio de San Lucas 2,34-35

“Simeón los bendijo y dijo a María, la Madre. Mira, este niño está colocado de modo que todos en Israel o caigan o se levanten; será signo de contradicción y así se manifestarán claramente los pensamientos de todos. En cuanto a tí, una espada te atravesará el corazón”.



MEDITACIÓN

El empobrecimiento tiene un rostro concreto en las mujeres. El número de mujeres migrantes en nuestro país se ha incrementado. Son trabajadoras de hogar, niñeras, que buscan un trabajo en la capital o en el exterior, obligadas a separarse del esposo, hijos y familiares por largos años. Otras ven partir a los esposos e hijos con mucha tristeza, teniendo que hacer a la vez el papel de padre y madre. Mirar a los ojos de estas mujeres es recordar la mirada de tristeza de María al ver sufrir a su hijo Jesús.

Guía: Recemos un Padre Nuestro y una Ave María por todas las mujeres migrantes que no consiguen un puesto de trabajo.


ORACIÓN

¡Oh Virgen María!, tú que estuviste con Jesús en las buenas y en las malas, intercede ante tu hijo por las mujeres migrantes que sufren la soledad, la separación y abre nuestros corazones a la comprensión y al amor para con estas mujeres y madres que tanto hacen por su familia y nuestro país.



QUINTA ESTACIÓN



“SIMÓN CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ”.

GLOBALIZAR LA SOLIDARIDAD CON LOS MIGRANTES.



Guía: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.



Del Evangelio de San Mateo 27,32

“A la salida encontraron un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo forzaron a

cargar la cruz.”


MEDITACIÓN

Jesús sigue presente en cada migrante que es obligado a cargar la cruz de las leyes migratorias injustas, y catalogado como delincuente por buscar un futuro mejor.

En el camino del migrante se presentan muchos falsos amigos que con un gesto de amistad o con palabras acogedoras, traicionan aprovechando la situación por la que atraviesan, conduciéndolos a la delincuencia, la prostitución forzada, la explotación laboral (la trata de personas).
Todos necesitamos ayuda y hasta incluso el mismo Jesús, siendo Dios, necesitó de Simón para que le ayudara. En muchos lugares de migración se ve gente dispuesta a ayudar de manera desinteresada, formando centros de acogida, comedores, y hasta lugares donde el migrante pueda buscar trabajo. Abramos nuestro corazón a nuestros hermanos migrantes.



Guía: Recemos un Padre Nuestro y una Ave María por todos los migrantes y por sus necesidades.



ORACIÓN

Señor mío, Jesucristo, permite que desde el fondo de nuestros corazones podamos ser presencia de amor ante nuestros hermanos más débiles. Que tu espíritu nos ayude a conocer las necesidades de nuestro prójimo y a sacrificar nuestro tiempo a las exigencias del amor con los migrantes.



SEXTA ESTACIÓN



VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS

“LA HUMILLACIÓN Y LA HUMILDAD ACOMPAÑAN AL MIGRANTE”.



Guía: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.



Del salmo 16,15

“Y yo, por mi inocencia, veré tu rostro, al despertar me saciaré de tu presencia.”



MEDITACIÓN

Cada cristiano tiene que imitar a Verónica procurando transformar su misma vida en imagen de Cristo. Debemos estar contra las leyes migratorias restrictivas que bajo el argumento de la legalidad olvidan el drama humano. A causa de leyes que favorecen a los poderosos, se ven todos los días los rostros dolientes de nuestros hermanos migrantes, indígenas y campesinos. Por lo tanto, es deber de todos nosotros, al igual que Verónica, limpiar estos rostros, con una vida de testimonio y mucha caridad.

Muchos migrantes son condenados como Jesús a una muerte lenta y dura en los desiertos y fronteras. Las leyes deben de respetar la dignidad humana y apegarse estrictamente a los convenios y tratados internacionales.


Guía: Recemos un Padre Nuestro y una Ave María por todas esas mujeres de buen

corazón que son apoyo para los migrantes.



ORACIÓN

Elevemos nuestra oración a Dios todopoderoso por todos los gobernantes y autoridades que, igual que Verónica, sirvan de consuelo al migrante, aprobando leyes favorables a los derechos humanos de los migrantes y sus familias.



SÉPTIMA ESTACIÓN



JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ

“LOS REFUGIADOS Y DESPLAZADOS VÍCTIMAS DE LA PERSECUCIÓN”.



La injusta globalización

Guía: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.


Del libro del Profeta Isaías 53,6

“Todos errábamos como ovejas, cada uno por su lado, el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes”.



MEDITACIÓN

El Señor carga en sus espaldas el sufrimiento de cuantos, por sus convicciones políticas, ideológicas y religiosas o simplemente por la violencia, son perseguidos y obligados a salir de sus tierras, casas y país. En su doloroso calvario, ocasionado por el desplazamiento, enfrentan el miedo, la desconfianza, la inseguridad y el dolor de vivir en el anonimato lejos de su tierra y familia. La globalización ha abierto las fronteras a los mercados. Sin embargo, impide la libre circulación de personas en las fronteras y dificulta el acceso a los derechos básicos de los seres humanos. Luchemos por un mundo sin fronteras para todos los migrantes.

Guía: Recemos un Padre Nuestro y una Ave María por los refugiados y desplazados para que encuentren acogida y protección.


ORACIÓN

Pidamos a la familia de Nazaret, quien conoció la amargura de la emigración forzada, que nos dé un corazón solidario para acoger a las familias que caminan buscando un mejor porvenir.



OCTAVA ESTACIÓN



JESÚS HABLA A LAS PIADOSAS MUJERES

“MAMÁ, ESPOSA, NO LLORES POR MÍ, PRONTO REGRESARÉ”



El rostro que refleja el drama humano

Guía: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.


Del Evangelio de San Lucas 23,27-28

“Le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres llorando y lamentándose por él. Jesús se volvió y les dijo: Mujeres de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos.”



MEDITACIÓN

“Madre mía, hoy al partir recuerdo tanto lo que me has dado y que no me alcanzará la vida para agradecértelo, me voy y prefiero no mirar atrás, pues deseo buscar y forjarme un camino. Deja que me vaya sin verte sufrir, me voy pero tú siempre estás en mí y yo en tí, aunque si Dios me lo permite, pronto volveré.” Estas son las duras y sinceras palabras que la mamá escucha de los hijos que parten. También las esposas escuchan las palabras de despedida que despedazan el corazón.

Guía: Recemos un Padre Nuestro y una Ave María por las madres de todos los
migrantes que lloran y sufren por los familiares que se alejan del hogar.



ORACIÓN

Señor te pedimos que, por intercesión de Nuestra Madre María Santísima, ilumines el camino y el corazón de los hijos y padres que tienen que partir por necesidad. Dales fortaleza para que puedan superar las dificultades que se les presente en otras tierras.



NOVENA ESTACIÓN



JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

“EL ROSTRO HUMANO DEL MIGRANTE.”



Guía: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.



Del Evangelio de San Mateo 11,28-28

“Vengan a mí, los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy tolerante y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su vida.”



MEDITACIÓN

El rostro del migrante refleja la cruda realidad en la que se encuentra, hay nostalgia por los seres que dejaron, porque va perdiendo su identidad, su cultura, sus costumbres, sus valores religiosos y los vemos como Jesús; despreciado, maltratado, y discriminado. Jesús nos da un testimonio sublime y nos invita a vivir el amor hacia quienes sufren. La verdadera solidaridad significa reconocimiento, respeto, comprensión, amistad, ayuda y lucha por la justicia y la verdad.

Guía: Recemos un Padre Nuestro y una Ave María por los migrantes a los cuales no se les respetan sus derechos.


ORACIÓN

Dios de la vida, te pedimos que protejas a tus hijos e hijas migrantes en su camino tan lleno de riesgos y peligros, ayúdalos a superar los obstáculos y a encontrar un trabajo digno, a levantarse nuevamente y seguir adelante.



DÉCIMA ESTACIÓN



JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS

“VIOLACIÓN A LOS DERECHOS HUMANOS Y TRATA DE PERSONAS”.

Niños y niñas migrantes, víctimas de la trata


Guía: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.



Del Evangelio de San Mateo 27,35-36

“Después de crucificarlo, se repartieron a suerte su ropa y se sentaron allí custodiándolo”.



MEDITACIÓN

El cuerpo de muchos migrantes: hombres, mujeres y niños, son considerados como objeto de comercio para ser vendidos y traficados por los grupos del crimen organizado (polleros o coyotes) que operan impunemente en los países de tránsito de migrantes. Muchos sufren abusos físicos y sexuales: son forzados a la prostitución y a trabajos indignos; son despojados de sus derechos, de sus pertenencias y hasta de sus vidas. Al igual que Jesús, los niños y las niñas maltratadas u olvidadas son reflejo de la maldad presente en el mundo, son víctimas a quienes debemos ayudar

a levantarse y recibir protección.
Guía: Recemos un Padre Nuestro y una Ave María por los migrantes que por necesidad han caído en problemas de drogas y prostitución.



ORACIÓN

Jesucristo, líbranos de las tentaciones, de la pornografía e inmoralidad. Limpia nuestro corazón ansioso de placeres terrenales. Quitanos el afán del lucro y de los bienes conseguidos a cualquier precio y danos un corazón digno y pobre como el tuyo.



DÉCIMA PRIMERA ESTACIÓN



JESÚS ES CRUCIFICADO

“UNA SOCIEDAD QUE JUZGA AL MIGRANTE”.



Guía: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.



Del Evangelio de San Lucas 23,33

“Cuando llegaron al lugar llamado la calavera los crucificaron a él y a los

malhechores: uno a la derecha y otro a la izquierda.”


MEDITACIÓN

Podemos ver en muchos lugares cómo el migrante, a ejemplo de Jesús, es crucificado mediante la discriminación, injusticias, explotaciones y humillaciones; es muchas veces considerado como un delincuente, y es así como se hace partícipe de la cruz de Cristo.

Cada uno de nosotros, hijos e hijas de Dios, estamos comprometidos a respetar y acoger al migrante para que podamos mejorar la situación de vida de todos ellos.
El clamor de los migrantes nos motiva a hacer la opción por la verdad y la dignidad.



Guía: Recemos un Padre Nuestro y una Ave María por los países que por razones de raza y credo discriminan al migrante.



ORACIÓN

Señor Jesús, muchos migrantes han sido despojados en el camino, llena con tu espíritu a nuestros gobernantes para que gobiernen con justicia, luchando siempre por el bienestar de las personas más débiles.



DÉCIMA SEGUNDA ESTACIÓN



JESÚS MUERE EN LA CRUZ

“EL MIGRANTE ES PUESTO EN IGUALDAD CON LOS QUE SON CONSIDERADOS DESPRECIADOS”.



Guía: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.



Del Evangelio de San Lucas 23,44-46

“Era medio día; se ocultó el sol y todo el territorio quedó en tinieblas hasta media tarde. El velo del santuario se rasgo por el medio. Jesús gritó con voz fuerte: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Dicho esto, expiró.”



MEDITACIÓN

Jesús muere en la indiferencia y en el desprecio total mientras sus adversarios se burlan de él. Jesús muere gritando su pena, el abandono en el que lo dejan; la indolencia frente al sufrimiento inocente.

En esta estación recordamos a tantos migrantes que cada día mueren, en las fronteras alcanzados por las balas del orden y del bienestar de todos, de los migrantes que mueren en las cárceles, ignorados y cuya única identidad es xx.
Los migrantes que mueren en las calles sin trabajo, salud, ni derechos. Migrantes que mueren de muchas maneras, formas y estilos. Porque les han crucificado sus manos, sus pies, sus derechos al hablar y defenderse.
Guía: Recemos un Padre Nuestro y una Ave María por nuestro país y por nuestros gobernantes.



ORACIÓN

Pidamos al señor, quien conoció la amargura de la migración que nos dé un corazón solidario para acoger a las familias, y a no violar la dignidad de ningún ser humano con actitud de egoísmo o indiferencia.



DÉCIMA TERCERA ESTACIÓN

JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ

“REFUGIO PARA LOS MIGRANTES”.


Guía: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

Pueblo: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.



Del Evangelio de San Juan 19,38

“Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo clandestino de Jesús, por miedo a los judíos, pidió permiso a Pilatos para llevarse el cadáver de Jesús. Pilatos se lo concedió. Él fue y se llevó el cadáver:”



MEDITACIÓN

José de Arimatea se preocupa del cuerpo sin vida de Jesús. Así también hay muchas personas que dejando a un lado su egoísmo e intereses personales deciden formar espacios de acogida o comunidades para tantos hombres y mujeres que se movilizan por el mundo entero en busca de una vida mejor. Estos espacios son para tender la mano al migrante necesitado. La solidaridad es un gran reto para la Iglesia de Guatemala y a todas las organizaciones civiles que profesan el amor al migrante. “Yo era migrante y ustedes me acogieron”. Mt. 25

Guía: Recemos un Padre Nuestro y un Ave María por las personas que de buen corazón forman centros de acogida para los migrantes.


ORACIÓN

Dios de la vida danos entrañas de compasión para no desamparar a nuestros hermanos y hermanas migrantes, con tu gracia Señor haz que seamos capaces de vivir la solidaridad y la acogida.



DÉCIMA CUARTA ESTACIÓN



JESÚS SEPULTADO

“MUÉSTRATE HUMILDE ANTE TU HERMANO.”

Guía: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
Pueblo: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.



Del Evangelio de Mateo 27,59-60

“José lo tomó, lo envolvió en una sábana de lino limpia, y lo depositó en un sepulcro nuevo que se había excavado en la roca; después hizo rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro y se fue.”



MEDITACIÓN

El hijo de Dios es sepultado, ha ido más allá de todo sufrimiento, de toda humillación, de toda comprensión, ha vivido el amor hasta el extremo.

Migrante…que no tiene un hasta aquí, sino un hasta el final, migrante que soporta el sufrimiento, todo el dolor humano, amor al extremo por la familia, por los hijos, por los sueños y por los ideales.
Guía: Recemos un Padre Nuestro y un Ave María por las personas que siempre están en los momentos más difíciles de los migrantes.



ORACIÓN

Señor, no permitas que nada ni nadie nos separe de tí y que en el momento de la prueba nuestra fe no dude ni vacile, que nuestra fidelidad y confianza en tu amor no desfallezca para que nuestro espíritu permanezca siempre firme a tu santo servicio.

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El Vía Crucis es una expresión de fe de nuestras comunidades cristianas. Es la memoria, hecha devoción popular, del camino de la cruz de Jesús.Con este [Vía crucis] queremos ayudar a participar en este camino durante el tiempo de la cuaresma, poniendo ante nuestros ojos, el sufrimiento y dolor de tantos hombres y mujeres que como Jesús cargan sobre sus espaldas la cruz de su vida, empobrecida y marginada y buscan con ilusión un futuro diferente. Ellos y ellas son los migrantes.

Al celebrar el Vía Crucis constatamos cómo y cuánto el dolor, el sufrimiento y la muerte son reales, pero al mismo tiempo caemos en la cuenta que son transformados en la esperanza de una “nueva vida” gracias al poder de la resurrección del Señor. En la actualidad, el dolor y el sufrimiento golpean duramente a grandes masas de empobrecidos. Dolor físico y dolor espiritual. Ellos y ellas son víctimas de un “sistema económico” que se ha convertido, a veces, en una justificación ideológica de algunas actitudes y modos de obrar en el campo social y político, que causan la marginación de los más débiles.De hecho, los pobres son cada vez más numerosos, víctimas de determinadas políticas y de estructuras frecuentemente injustas” . En los excluidos y empobrecidos que buscan emigrar, se repite el camino de la cruz. Con ellos Jesús sigue caminando. El se hace vida en el sufrimiento y en el calvario de miles de personas que caminan con sueños e ilusiones de buscar una vida mejor. El ilumina a los que luchan a favor de la vida, de los derechos humanos y la dignidad de todos los seres humanos. Asimismo, él nos invita a luchar para construir el Reino de paz, amor, justicia y libertad con una verdadera expresión de espiritualidad solidaria que nace de la cruz.Esta invitación urge, desde la resurrección del Señor, a buscar con denuedo la globalización de la solidaridad a favor de los migrantes y a mantener viva la esperanza en “los cielos nuevos y nueva tierra, un mundo en que reinará la justicia” (2 Pedro 3,13). Debemos tomar muy en cuenta las afirmaciones: “Es expresión de caridad, también eclesial, el acompañamiento pastoral de los migrantes…La Iglesia, como Madre debe sentirse a sí misma como Iglesia sin fronteras, Iglesia familiar, atenta al fenómeno creciente de la movilidad humana en sus diversos sectores”.


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